Ausín Sáinz, el autor de la exposición 'No apto para todos los públicos', lo califica directamente de "censura". A tres días de inaugurar su muestra en el centro cultural Julián Sánchez 'el Charro' de Salamanca, este artista ha tenido que observar, impotente, cómo dos policías municipales de paisano le identificaban y varios operarios desmontaban los cuadros de las paredes. Su exposición había sido abortada antes de inaugurarse. "Nunca me había sentido tan humillado, sin comunicación previa por parte del director del centro cultural ni del Ayuntamiento llegaron los dos agentes y quitaron los cuadros".
¿El motivo? Según el consistorio de Salamanca, dañan la imagen del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la Infanta Cristina o el extesorero del PP Luis Bárcenas. Y además, el contenido de la exposición puede resultar inadecuado para el público familiar que suele acudir al centro cultural donde estaba previsto mostrarlo. Se podrá cuestionar (o no) el criterio estético de adornar con excrementos a destacadas figuras de la política y el Estado, pero... ¿acaso el arte no era libertad?
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